Ansiedad por separación.

¿Cómo definiría yo ansiedad por separación?

¿Y qué es la separación? Es alejarte de tu perro fuera del alcance de su olfato, vista, oído, de forma que sienta que se queda solo, sin ti. Pero… resulta que nunca has pensado que tal vez, sería lo mejor haber empezado a dejarlo solo desde que llegó a casa para que se fuese acostumbrando a pasar algunas horas entretenido con algún juguete, escuchando la radio suavemente o incluso la televisión.

Vamos a dar por sentado que la ansiedad por separación es un problema de comportamiento serio que presentan algunos perros al quedarse solos en casa o al separarse de uno o varios de sus propietarios. Y que ciertos perros, incluso, muestran signos de ansiedad tan sólo con perder el contacto visual con sus personas de referencia.

¿Qué siente un perro cuando se separa de su dueño? Miedo? Soledad? Inseguridad?….. Y en qué pueden derivar estos síntomas?

Yo diría que algunos perros al quedarse solos por primera vez (y no estar acostumbrados a ello) se esconden en un rincón de la casa, debajo de la cama y permanecen mayormente quietos durante el tiempo que sus dueños no están allí. Instinto heredado de sus ancestros lobos. Los lobeznos se quedan dentro de la lobera, su guarida, sin salir, como escondidos, esperando que lleguen sus progenitores con la leche materna o con las primeras comidas que sus padres le regurgitarán.

Pero no siempre es así porque en muchos casos están los comportamientos destructivos como desgarrar muebles, macetas, zapatos o incluso mandos a distancia, gemidos, aullidos, ladridos subidos de volumen o defecaciones en lugares inapropiados son síntomas inequívocos de que la mascota padece ansiedad por separación.

“ Es fundamental que un cachorro o un perro nuevo aprenda a estar solo. Ésto se puede lograr dejándolo solo durante cortos períodos de tiempo al principio, incluso en una parte diferente de la casa. ” Si le creamos mucha dependencia de nosotros, estando a todas horas con él, será mucho más difícil soportar su separación cuando se quede solo en casa. El perro tiene que aprender desde que llega a casa que él es el último en la jerarquía familiar y que por lo tanto tiene que obedecer a todos los que están por encima de él. Cuando no consiga lo que quiere protestará gimiendo, ladrando e incluso mordiendo muebles, zapatos e incluso peligrosos cables. Hay que hacerle comprender que él tiene su sitio y que los sitios de los demás no son todos suyos también. Las pautas de conducta que llevemos a cabo con el cachorro deben de ser siempre las mismas por parte de todos los miembros de la familia o de lo contrario estará confundido y desorientado. Por ejemplo, si se decide que el perro no tiene que subir al sofá o entrar en el cuarto de baño, cuando lo intente hacer se le tiene que regañar enérgicamente con un NO. Si no hace caso, se le da un empujón hacia fuera del cuarto de baño y se le dice nuevamente NOO!!!. Con el sofá igual, etc. Pero, si por el contrario, lo cogemos y lo acariciamos en esos momentos, va a entender que nos ha gustado lo que ha hecho y seguirá haciéndolo.

Funciona muy bien el sistema de los parques o jaulas plegables. Es decir, desde que llega el cachorro a casa tiene que tener preparado su parque o una jaula plegable de al menos 1 metro de larga por 60 de ancho y alto. Lo acostumbramos a estar ratos ahí desde primera hora y será donde tendrá su comida. En el caso de jaula servirá siempre para llevarla en el coche con él dentro e incluso podrá ser su guarida dentro de casa ya que le cogen apego y ellos solos se meten…

El principal factor que crea la ansiedad por separación es la excesiva dependencia de nosotros que hacemos que el perro tenga. Y ¿cómo hemos hecho que el perro sea tan dependiente de nosotros? Pues dedicándole mucho más tiempo del necesario, cogiéndolo en brazos demasiado, estar acariciándolo continuamente, dándole golosinas para perros… Volvamos a los lobos, sus ancestrales orígenes que perdurarán siempre en su genética. La madre loba sale de la guarida, cueva o paridera y los deja totalmente solos, ningún otro lobo se echa con los lobeznos mientras ella falta. Al principio vuelve muy pronto pues sale a defecar y aguanta varios días sin comer. Mientras los cachorros ni se inmutan, se quedan quietos dormitando la mayor parte del tiempo. Así continúan hasta que a las dos semanas que empiezan a abrir los ojos y los oídos, cuando las salidas de la madre son más largas pues tiene que ayudar en la caza al resto de la manada para alimentarse bien. Conforme van creciendo el espacio de tiempo se va alargando quedándose solos hasta un día entero; pero instintivamente saben que su madre volverá, incluso su padre, algunas hermanas de anteriores camadas, etc. Ellos no protestan, no lloran, no gimen, no aúllan, no ladran, pero cuando llega su madre y el resto de la manada salen de la lobera y lamen el hocico de su madre para que les regurgite la comida. En el caso de nuestro cachorro, desde primera hora tiene que quedarse solo en algún lugar de la casa donde no estemos nosotros, llorará seguramente porque se le ha separado de sus hermanos, su madre y tal vez de algún perro familiar más; pero su genética primitiva lo ha preparado para ello y al poco tiempo se relajará y dormitará hasta que lleguemos a él nuevamente. No hay que ponerle agua ni comida para cuando esté solo porque ya tendrá el horario adjudicado para ello y en nuestra presencia, desayuno, almuerzo y cena hasta los tres meses, después desayuno y cena hasta el año y a partir del año solamente la cena con la cantidad diaria correspondiente. La comida que no se coma, se le retira, aunque no haya comido nada. No se le volverá a dar de comer hasta el siguiente turno.

Es un error constatado estar las 24 horas con el perro durante las vacaciones estivales, navideñas, Semana Santa, largos puentes, etc. Pasar todo el rato con él. ¿Y después qué? Ya lo hemos habituado a estar pendiente de nosotros todo el día y cuando empieza la jornada laboral nos vamos por la mañana y no volvemos hasta la tarde, tarde… Le habremos creado esa ansiedad, esa dependencia emocional. Por eso, vuelvo a decir, que desde que llega a casa, desde la primera noche tiene que dormir solo en su sitio, aunque llore insistentemente, no podemos cogerlo y traerlo a nuestro dormitorio…

Ubrique, verano de 2022.

Antonio García Pérez.
Licenciado en Psicopedagogía (UCA)
Máster en Psicología, Educación y Desarrollo (UCA)
Máster en Terapia Asistida con Perros (US)
English Teacher.